Los propietarios de gatos sabemos la importancia de la arena que ponemos en las bandejas higiénicas de nuestros gatos que es algo imprescindible si no tienen acceso a jardines.
La mayoría de la arena económica que podemos encontrar está fabricada a base de sepiolita, por lo que se ha convertido en un producto muy popular. Se comercializa sin tratamiento alguno o con productos desodorizantes, incluso antibacterias, pero estos no son del agrado de todos los gatos.
Las arenas de gama media añaden bentonita para conseguir un efecto aglomerante, de modo que según la va usando el gato, se pueden retirar los restos, tanto de los sólidos como de los húmedos pero suelen producir polvo que se puede quedar adherido a las patitas de nuestro minino quien lo va dejando por toda la casa.
En la gama alta tenemos las arenas sintéticas a base de silicato de sodio extremadamente absorbente y que te permite retirar fácilmente todos los residuos, igual que la aglomerante. Su gran ventaja es su larga duración.
Te recomendamos que una vez optes por una arena y tu gato se acostumbre a ella no se la cambies de golpe ya que puede no gustarle y empezar a defecar u orinar fuera de la bandeja. Si decides cambiar, hazlo poco a poco mezclándolas.
Si tu gato de repente deja de usar la bandeja de arena puede ser síntoma de algún problema renal; si es el caso, consulta a tu veterinario.