Los gatos son muy sensibles a la radiación solar y pueden sufrir quemaduras en su piel que pueden tener graves consecuencias como:
amputación de sus orejas por quemaduras
quemaduras y úlceras graves en su nariz y párpados
desarrollo de cáncer de piel
Así debemos procurar que el gato no salga al exterior entre las 13:00 y las 18:00 en verano; en casa evita que se tumbe al sol a esas mismas horas tras una ventana salvo que los cristales sean capaces de filtrar la radiación solar ultravioleta.
Si tu gato es de pelo corto o piel clara, extrema las precauciones. Ponle protector solar para gatos siempre que tu minino salga a la terraza o jardín en verano y procura que lo haga únicamente a primera hora de la mañana o última hora de la tarde.
Si decides llevar a tu gato a la playa; procura que esté siempre a la sombra; no lo dejes corretear libremente a mediodía y aplícale protector solar para gatos en sus orejas y nariz.
Recuerda evitar una exposición continuada al sol y si notas que tu gato se rasca mucho o tiene de color rojizo alguna zona de su cuerpo, especialmente sus orejitas, párpados o nariz, llévalo inmediatamente al veterinario.