La razón principal para desaconsejar que le pongas un collar con cascabel a tu gato es el ruido que genera de forma constante, ya que al estar cerca de sus orejas puede provocar que tu gato pierda agudeza auditiva y quedarse completamente sordo.
El ruido del cascabel afecta al estado de ánimo de tu minino y, muy negativamente, a su calidad de vida al generarle estrés y nerviosismo e impedir que pueda moverse con sigilo; por no mencionar que no es nada cómodo y que intentará quitárselo de todas las maneras posibles, e incluso morderlo para no sentir su tintineo.
Además si el collar donde va el cascabel no es elástico puede quedarse enganchado en algún sitio y tal vez no pueda sacar la cabeza de él y escapar.
A los gatos les gusta la calma y el silencio, así que alterar esto de manera deliberada no hará más que perjudicar la salud de tu amigo felino. Poner un cascabel a nuestro minino implicará tener en casa un gato asustadizo, estresado y apático.